He aquí una serie de interesantes reflexiones sobre algunos aspectos normativos, políticos y éticos que comporta el reconocimiento del pluralismo cultural en las sociedades democráticas. Tras presentar una perspectiva general del problema y algunos de los retos de orden político y jurídico que el multiculturalismo plantea al discurso multiculturalista, en la segunda parte se ofrecen algunos de los criterios éticos que pueden iluminar el planteamiento de la problemática que nos ocupa, y se señalan algunos de los peligros que pueden aparecer cuando se intenta llevar a la práctica tales criterios en las sociedades multiculturales.